En The Cecco 15 estamos de estreno. Si bien la agenda de Cucine Lube Civitanova es puro vértigo, aquí podemos darnos el lujo de pasarle la pelota al armador, para que él, con la calma de los que saben, distribuya el juego.

«Tres sets con el 15»: tres preguntas, tres respuestas. La actualidad de Luciano De Cecco, mano a mano.

–Después de un debut positivo perdieron tres partidos seguidos: dos de Súper Liga y uno de Súper Copa. ¿Qué cambió de ese momento a éste, hasta alcanzar las siete victorias consecutivas?

–Las derrotas son siempre un aprendizaje: de las que cosas que hay que hacer y también de lo que no hay que hacer. Obviamente, pasamos un mal momento por las lesiones, pero las dificultades nos hicieron más fuertes como equipo. Por las bajas y problemas físicos, las prácticas son más cortas y cuesta entrenarse de la mejor manera. Pero cada uno puso un poquito de más para disimular en los partidos todas las falencias de la semana. Y así como ocurría en las derrotas, también somos autocríticos cuando tenemos rachas positivas como ésta. Siempre estamos enfocados en seguir creciendo.

–Por el cupo de extranjeros en cancha, hubo partidos en los fuiste suplente y jugaste poco. ¿Qué tan difícil fue ese momento?

–Desgraciadamente, los tres lesionados son italianos (Juantorena y Kovar jugaron algunos partidos y Zaytsev recién debutará en enero) y sé que, si no me toca jugar o me toca entrar poco, tengo que estar siempre listo y preparado: sea un punto, dos puntos o todo el partido. Sólo tengo que pensar en contribuir y sumar para que el equipo gane. La reglamentación es clara y la conocemos: tiene que haber al menos tres italianos en campo. Si me toca verlo desde afuera, debo esperar mi momento y estar listo para sumar.

–El próximo domingo juegan por la Súper Liga, tres días más tarde debutan en la Champions y más tarde viajan al Mundial de Clubes. ¿Cómo asumís tantos desafíos tan importantes?

–Vivo día a día. No me hago muchas ilusiones ni pienso lo que va a pasar mañana. Vivo el momento, el partido, el torneo que esté jugando. Me voy enfocando día a día en lo que viene. Si no, se llena la cabeza de “basura”. Y no sirve. Trato de ir práctica a práctica, partido a partido, y disfrutar de ese instante o de los momentos libres. Hay que tener el cuerpo y la mente lo mejor posible para afrontar los nuevos desafíos. Se viene un mes muy largo, muy importante, y hay que estar listo para todo: para competir, medirse y dar lo mejor para el equipo.

 

Foto: lubevolley.it