Pocos días atrás, Luciano De Cecco se metió en la historia grande del vóleibol internacional. Jugar cinco Mundiales es una hazaña para pocos. Demasiado pocos.
The Cecco 15 alcanzó a contabilizar sólo cinco voleibolistas con cinco Mundiales: el checo Josef Musil, el venezolano Vicente Pastor y el argentino Javier Weber, en la previa a este torneo; a partir de 2022, De Cecco y el serbio Marko Podrascanin.
En el cruce de octavos de final contra Serbia, el capitán argentino llegará a 39 partidos mundialistas, una cifra notable.
–¿Se te cruza por la cabeza que puede ser tu último partido en un Mundial?
–También podría haber sido contra Egipto. Pero no lo pensé ni lo pienso. Si lo pensara, estaría muy mal de mi parte y no debería estar acá. Cuando sea el momento, lo pensaré o lo viviré. Por ahora tenemos la chance de meternos entre los ocho primeros. Y si tenemos esa posibilidad, me gustaría poder tomarla. Trato de disfrutar cada momento como si fuese el último. Y duermo tranquilo. Ojalá no sea mi último partido mundialista y este sueño dure mucho más.
–¿Están disfrutando o sufriendo este Mundial?
–Yo lo estoy disfrutando. Obviamente, sabía que iba a ser difícil. Otros me decían que íbamos a andar bien. La VNL es otro torneo, son cosas diferentes. El ambiente y todo lo demás es diferente. Todos pensaban que, porque fuimos medallistas en los Juegos Olímpicos, la íbamos a “romper” en el Mundial. Lo de Tokio no fue algo “normal”. Fue algo “fuera de la norma”. Y no sabemos cuándo va a volver a pasar. En los últimos cuatro Mundiales estuvimos entre el novenos y el decimoquinto puesto. Si le ganamos a Serbia, pasaríamos de la media. Si no, estaríamos como estuvo Argentina en los últimos Mundiales.
Entrevista: Gabriel Rosenbaun
Foto: Volleyball World
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